RULETA
El juego de la ruleta consiste en una rueda horizontal giratoria con casilleros numerados, y una mesa con un tablero también numerado. Hay dos versiones de la ruleta; la europea y la americana.
En la europea, la rueda se divide en 36 números más un cero. La versión americana, en cambio, tiene los 36 números más un cero y un doble cero. Cada número además tiene el color rojo o el negro, mientras que el cero y el doble cero tienen el color verde.
Para jugar, un operador gira la ruleta y contra el borde externo de la misma lanza una bolilla en sentido opuesto. Cuando la bolilla pierde su impulso, cae sobre la ruleta hasta quedar en uno de los casilleros de la rueda.
El juego consiste en adivinar en cuál de los números caerá la bolilla colocando fichas sobre el tablero. Estas fichas pueden tener distintos valores. Además, el tablero ofrece otras opciones de apuesta más allá de cada número individual.
El color – rojo o negro – es una de estas opciones, como también lo es apostar en números pares o impares. El premio de cada apuesta varía según el tipo que se haya empleado en cada jugada.
El jugador puede apostar todas las fichas que desee sobre el tablero. Por ejemplo puede colocar fichas en más de un número, o varias de ellas en uno solo.
Es bueno administrar las apuestas para prolongar el tiempo de juego y evitar el riesgo de perder todo su crédito en las primeras vueltas. Si el jugador no acierta debe hacer otro intento en la próxima jugada cuando la ruleta gire otra vez.
El éxito y la popularidad de la ruleta se debe a su simpleza y a que no requiere estrategia alguna, pues depende sólo del azar.